Cuando parecía que la música disco había desaparecido, repudiada por la América blanca que la había apoyado en los años setenta, resurgió años después en Chicago en forma de house: el mismo pálpito rítmico de antes, pero más crudo, maquinal y rápido. El house se desarrolló a gran velocidad dando paso a diferentes escenas y subgéneros fuera y dentro de Chicago: el acid house, el garage, el house latino y el tribal.